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Revolucionando lo Universal: Toda Persona de Mary Paz Cervera.




Toda Persona Tiene de Mary Paz Cervera. Instalación (detalle). Cerámica y metal 2021




En la década de 1980, el universalismo se convirtió en una mala palabra, y con razón. Hacía mucho tiempo que se debía cambiar lo que nunca debió haber sucedido en primer lugar; es decir, el colonialismo occidental y la creación de su infraestructura global, capitalista y racista junto con la construcción del tercer y primer mundo donde occidente, como el auto proclamado primer mundo, se designó a sí mismo como el beneficiario legítimo de su encadenado sur global. Al igual que la inclusión basada en el género, la raza y la clase de un club de caballeros de Londres, esto era, paradójicamente, un universalismo de exclusividad que funcionaba a través de la invisibilización necesaria de los necesariamente explotados para que unos pocos pudieran segar (se podría rimar: violar) ganancias. ¿Les suena familiar?


Sin embargo, al surgir la teoría postcolonial en las academias de los EE. UU. y el Reino Unido en la década de 1980, se rompió con este universalismo que se basaba en deshumanizar y, por lo tanto, excluir a los explotados de cualquier acceso a los derechos humanos. Se comenzó a dar voz a aquellos privados de sus derechos, a los borrados, a los desaparecidos y a exponer el hecho de que no hay nada universal en un universalismo que mantuvo fuera a la mayoría de la humanidad y, con su evolución insidiosa hacia el neoliberalismo presente igualmente hipócrita, que está todavía lejos de cualquier cosa “post”.


Y, aún así, ¿existe una experiencia “humana” universal que resida debajo de las desigualdades dentadas de los que tienen y los que no tienen nada? ¿Es delirantemente utópico siquiera considerar esto? ¿Puede la humanidad como todos los ocupantes de la misma tierra alguna vez conectarse, universalmente, en algún nivel? ¿Es posible acceder a nuestra “humanidad” compartida (lo que sea que eso signifique en este momento)? En su exposición Toda Persona, en el Centro de Arte, en la ciudad de Querétaro, México, la artista mexicana Mary Paz Cervera parece decir “sí”, y su “sí” reside en revolucionar la historia unilateral de los pueblos desplazados al incluir al explotador y al dejar al descubierto al verdadero protagonista en el reverso de su creación. Toda Persona presenta (o presencia) la migración contemporánea compartida por aquellos que luchan por acceder a sus derechos humanos y por aquellos que observan desde la periferia de sus pulcras y brutales fronteras: ambos están aprisionados por la misma cultura de explotación.


Toda Persona Tiene de Mary Paz Cervera. Instalación. Cerámica y metal 2021



“Toda Persona Tiene”, la primera de tres instalaciones en Toda Persona, es una serie de cabezas de cerámica en jaulas que parecen haber sido aventadas arbitrariamente y fijadas donde cayeron como artefactos instantáneos. Unas yacen de costado como rocas que uno pisaría en un camino, otras ven al cielo embalsamadas por la indiferencia, y algunas siguen mirando, de frente, a través del espectador, con los ojos eternamente fijos en su derecho a la dignidad. Hay tres jaulas; cada uno es un pilar y juntas son un monumento que da voz a los que nunca lo lograron: a los silenciados y excluidos que languidecen en campos de detención en la cúspide del sueño americano o a los que sacrifican todo para aterrizar en el lado europeo del Mediterráneo que sigue vivo—y a aquellos que no llegaron a los centros de detención en absoluto.


Las jaulas se mantienen unidas por bandas de hormigón. Estas franjas de cemento pueden verse como los cimientos de las vallas fronterizas por las que los migrantes arriesgan sus vidas de alguna manera para pasar; pero las vallas de Cervera, sus fronteras, ya no son lineales, una línea que posiblemente podría traspasarse. Vallas, como los edificios de los centros de detención contra los que se topan los migrantes cuando finalmente llegan a la frontera o llegan a la costa, ahora encierran a los migrantes, y la instalación es un memorial que muestra sus restos como taxonomías de desesperanza.


Toda Persona de Mary Paz Cervera. Instalación (detalle). Cerámica y metal 2021



Inmovilizadas, como disecciones temporales, la artista ha dejado sus cabezas fijas en un momento del proceso de descomposición. Los rasgos de cada uno están encarcelados en sus borrones y, a través de su éxtasis de cerámica, no podemos evitar presenciar la desaparición de vidas individuales, de un migrante más, uno más de los millones que luchan por acceder a sus derechos humanos. En palabras de Hannah Arendt, filósofa alemana y sobreviviente del Holocausto:


“Poder partir de donde queramos es el gesto prototípico de ser libres, ya que la limitación de la libertad del movimiento ha sido desde tiempos inmemoriales la condición previa a la esclavitud”. [1]


Los migrantes contemporáneos están doblemente esclavizados: tanto en su razón de arriesgarlo todo para salir de las condiciones de esclavitud en sus países de origen, como en las vallas fronterizas y los botes sobrecargados donde, con demasiada frecuencia, después de recorrer a pie desde Centroamérica a México/la frontera de EEUU y desde África Central hasta las costas de Libia, ya no pueden partir.


Sin embargo, nosotros al leer los periódicos o viendo las noticias desde el otro lado de las vallas también estamos allí. No literalmente, por supuesto. No hace falta decir que es la antítesis o el privilegio de estar arriesgando tu vida escapando de un país devastado por la guerra. Sin embargo, estamos allí, en las jaulas, atrapados existencialmente por nuestra condición esclavizada de empatía forzada de la que es responsable el continuo colonialismo de nuestros estados nacionales y la ideología despiadada del individualismo. Las representaciones de Cervera de estas cabezas humanas desechadas en sus jaulas cuentan la historia de un privilegio olvidado y una complicidad no reconocida, quizás más fuerte que lo que representan físicamente. Las cabezas de Cervera de nuestros compañeros humanos caídos dicen la verdad universal de que todo está conectado, y eso incluye, por supuesto, a aquellos que se benefician de su caída.


“Mira: eres parte de este hacer”, grita Toda Persona tiene mientras la artista escribe su sentencia: “toda persona suma desde varios ángulos, una propuesta del viaje migratorio/ Cada persona concluye el viaje migratorio desde varios ángulos”.


MDF y papel periodico 2020



La instalación “Derecho a solicitar reconocimiento de la condición de refugiado”; “Derecho a la dignidad humana”; “Derecho a la libertad de tránsito”; “Derecho a la no discriminación”; “Derecho a no ser criminalizado”; “Derecho a una vivienda digna”; “Derecho a la protección de la unidad familiar” no tienen nombre. No hay un sólo nombre de todos modos. Todos los derechos humanos enumerados comprenden el todo. Expresado en letras vestidas de artículos periodísticos, Cervera escribe los resultados de cada frase, la inevitable violencia en la vida desprovista de dignidad. Las letras cuelgan del techo. Cada letra es parte de una palabra y cada palabra es parte de una oración que cuenta una parte de la historia de la violencia infligida a quienes no tienen acceso a los derechos humanos; cada sentencia es parte de un párrafo suspendido donde cada párrafo suspendido se entrecruza con otro para desafiar la linealidad de la percepción reduccionista. Sin embargo, colgadas como cortinas, estas barreras de texto no son sólidas; el texto y la realidad que documentan podrían ser empujados y caminar a través de ellos—pasado ​​migrado— hacia algo nuevo si todos realmente queremos.


MDF y papel periódico 2020



A la vuelta de la esquina, hay pinturas de los rollos de alambre de púas que son tan comunes en México, y en todo el llamado “tercer mundo”, que recubren la parte superior de las paredes como toques finales a la trascendencia prohibida. Las púas, por decirlo de una manera, mantienen fuera a los privados de sus derechos y paradójicamente mantienen dentro a los privilegiados. Son diferentes tipos de prisiones. Los ricos del tercer mundo, aquellos de quienes uno pensaría que disfrutan de todos los derechos humanos disponibles, arriesgan su seguridad, su derecho humano a la vida, traspasando los muros que protegen su privilegio.[2]


Divina Protección 1 y 2. Collage sobre papel de algodón. 130 x 300 cm; 40 x 300cm 2020



La ambivalencia en el arte está destinada a desalojar, revelar lo real percibido y ofrecer al espectador una perspectiva renovada. A través de estas pinturas de pared de alambre de púas, la artista cuenta la historia de la normalización de los muros alambrados. Las pinturas son tinta sobre papel de algodón y la tinta, como medio principal que documenta y registra la “verdad”, se diluyó hasta el punto de que comenzó a deslavarse. El alambre de púas, como símbolo y material por excelencia de “No cruzar”, se está disolviendo en su propia creación y se mancha, una vez más, en otro borrón de todo lo que representa. ¿O sí? ¿Si es esta repetición lo único que está pasando? ¿O, con un gesto de ambivalencia revolucionaria, se trata de una disolución de la exclusión, como los rollos de alambre de púas se lavan y ofrecen una posibilidad de renovación, de rehacer? ¿Será la alambrada de Cervera un acto de desaparición del borrado colonial y disolución de la barrera por ambos lados? “Sí” dice Cervera mientras nos regala sus cuadros de división y violencia —otra vez con sugerente ambivalencia— como Divina Protección y los bordes, las púas, con un alegre gestos pintado de remolino abierto de par en par, se convierten en una migración sin trabas . Divina. Protección. Mutua.


En la pared final del espacio de la galería, “Desdibujando Fronteras” se ve de lejos como una bandada de pájaros. El panel de gran escala se apoya contra la pared de la galería, lo que sugiere la posibilidad de caer; dentro del marco, la mayoría son, a primera vista, pájaros aplastados linealmente, cada vida un ladrillo inmovilizado. De hecho, incluso los pájaros, como el símbolo de vida, libertad y trascendencia, no puede liberarse todavía.

Mary Paz Cervera Desdibujando Fronteras 146 x 350 cm 2020



A medida que uno se acerca y profundiza en la intención de la obra, vemos que los pájaros no son sólo pájaros. Los pájaros están hechos de mapas de países, municipios y topografías que, como la violencia garantizada cuando se priva a una persona de todos los derechos humanos, son una implacable agrupación de lugares y obstáculos que debe sortear un migrante cuando lucha por su libertad. En la fusión de movimiento y estasis de Cervera, los pájaros-mapa son una metáfora de la migración contemporánea, ya que intentan volar dentro de un muro que impide su movimiento. Otros, sin embargo, los que han llegado a la cima, se están abriendo paso. Han superado este muro construido de libertad privada, sus seres amargados comienzan a desdibujar la frontera y volar libres, como toda vida tiene derecho a hacerlo.


Mary Paz Cervera Desdibujando Fronteras (detalle) 2020



En una entrevista de 2008, Achille Mbembe explicó: “El pensamiento poscolonial enfatiza la humanidad en proceso, la humanidad que surgirá una vez que las figuras coloniales de lo inhumano y de la diferencia racial hayan sido barridas”. [3] Las raíces conceptuales de Cervera son las posibilidades presentadas por la escuela de teoría poscolonial que inició el desentrañamiento de una epistemología colonizada (la naturaleza y existencia del ser) como la forma en que hemos sido construidos para pensar que somos y, por lo tanto, siempre seremos. Sin embargo, artistas y revolucionarios como Mary Paz Cervera se basan en lo que comenzó la teoría del postcolonialismo y nos muestran cómo, sí, existe una experiencia universal dentro de un mundo de explotación porque el opresor y el oprimido son lados diferentes de la misma prisión. Los libres no pueden dejar su privilegio por miedo a perder su libertad; los no libres se mantienen fuera para que nunca puedan ser libres. Todo está estancado. Toda Persona materializa la propuesta de humanidad en proceso de Mbembe porque, en palabras de Julie Bindel, “el mundo nos espera”. [4]



Notas:


[1] Hannah Arendt, filósofa alemana y sobreviviente del Holocausto, citada en Andrea Dworkin Letters from a War Zone: Writings 1976-1989. Nueva York: E.P. Duton, 1989: 16.

[2] Un día, cuando conducía con un amigo por el campo mexicano, pasamos por un exquisito bosque de eucaliptos. Era un glorioso y atípico día soleado de México y el sol había calentado los eucaliptos, por lo que su aroma picante y embriagador llenaba el aire. Le pregunté a mi amigo si podíamos parar e ir a dar una pequeña caminata. Dudó nerviosamente. Dije por favor, por favor. Dijo es peligroso. Continué diciendo por favor, por favor, así que aceptó a regañadientes y nos detuvimos. Salí y estaba buscando un lugar para dar un paseo, tal vez un sendero. Nos habíamos detenido por solo cinco minutos y mi amigo dijo: “Tenemos que irnos ahora. Es peligroso”. Como ciudadana de Canadá, donde los extremos neoliberales no han invadido (todavía) absolutamente nuestros derechos humanos, siempre me sorprende cómo la gente de México está sitiada en sus pueblos y recintos. Incluso los privilegiados (o se podría decir: especialmente los privilegiados) no pueden deambular libremente. Es obvio que algo anda muy mal cuando las personas tienen que tener guardias de seguridad con rifles semiautomáticos para no correr el riesgo de ser secuestrados.

[3] Entrevista con Achille Mbembe 2008 “¿Qué es el pensamiento poscolonial?”

[4] Julie Bindel Feminismo para mujeres: el verdadero camino hacia la liberación. Londres: Constable, 2021: 222.


*


Sobre la artista:


MARY PAZ CERVERA (México,1967) Diseñadora Industrial por la Universidad Iberoamericana, Certificada en Artes por el Instituto Lorenzo de Medici en Florencia, Italia; maestra en Artes visuales por la Academia de San Carlos y maestra de Arte contemporáneo y sociedad por la UAQ, doctora en Historia del arte por La Casa Lamm con MH. La docencia forma parte de su desarrollo profesional desde hace 29 años.


Beneficiada con el estímulo a la creación artística Apoyarte de la Secretaría de Cultura, Querétaro 2020, y parte del programa “Contigo a la distancia” de la Secretaría de Cultura. Reconocimiento al mérito artístico en 2020 por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. Residencias Artísticas en 2015 “La Parota” Colima, 2018 “La Ceiba Gráfica, Coatepec, Veracruz y “PAC HOLLAND”, Leiden, Holanda 2021.


Desarrolla un proyecto artístico multidisciplinario que tiene como eje central el análisis de la construcción del duelo y la memoria, y sus procesos sanadores. Desde sus propios duelos, hasta la memoria colectiva de una sociedad víctima de situaciones violentas. Aborda continuamente el tema de la violencia de género explorando sus derivas incomprensibles.


Ha realizado mas de 30 exposiciones individuales y colectivas. En México destacan las efectuadas en el Museo Franz Mayer, Academia de San Carlos, Fondo cultural Carmen, Galería Carlos Olachea en BCS, Galería Libertad, y Galería Municipal de Querétaro, MAQRO Museo de Arte, y MACQ Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, Museo de la Ciudad de León, y el MUNAG entre otras, en el extranjero Estados Unidos, China, España e Italia.




Sobre el escritor:


Karen Moe es una escritora, artista visual y de performance y una activista feminista. Es licenciada en Literatura Inglesa y Teoría Feminista. Su trabajo se centra en la violencia sistémica del patriarcado: género, raza, medio ambiente o especismo. Ha publicado en revistas como Border Crossings, ArtSpace, WhiteHot y Revista 192. Es editora y fundadora de esta revista, Vigilance: Fierce Feminisms. Karen ha expuesto y actuado en todo Canadá, Estados Unidos y México. Su primer libro, Victim: a Feminist Manifesto from a Fierce Survivor, fue publicado el 2 de abril de 2022. Karen vive en la Columbia Británica, Canadá y en la Ciudad de México.


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