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Del país decapitado

Poemas por Miroslava Rosales

Prólogo por Dylan Brennan








Prólogo a la plaquette República del excremento.

Proyecto Editorial La Chifurnia, El Salvador, 2017


«Heridas», «pus», «necrosis»: desde el inicio de la exquisita selección de poemas de Miroslava Rosales una cuestión es clara, estamos ante una lectura incómoda. Palabras de destrucción y descomposición impregnan estos poemas desde el comienzo. Ella es una poeta sin miedo a mirar en el abismo en beneficio de sus lectores. No, no un abismo, pero sí una vorágine de carne, sangre y violencia, desde la cual informa sin miedo. La primera vez que escuché a Rosales leer su trabajo fue durante el Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, en 2015, y me estremecí inmediatamente por la diferencia de tono en relación a la otra poesía presentada. Ella es una escritora dispuesta a enfocarse en la sustancia de esta vida, los líquidos y sedimentos de los cuales está constituida la humanidad; una escritora sin interés en describir mariposas en el éter.

«país país país país país»: su país es la República del excremento, un lugar poblado por «madres decapitadas y ninfas sarnosas», donde la vida es miserable y la depravación es una reina. Sí, esta es una poesía con elementos sociales. Esa clase de poesía que hemos olvidado, poesía que tiene algo que decir. Algo que necesita ser dicho. A veces las metáforas y alusiones son inútiles, y la poeta necesita exponer sencillamente los hechos como son. En «Keysi en el barrio El Calvario», Rosales hace justamente eso:


En el barrio

el cadáver pequeño de un ángel es encontrado

envuelto en una sábana


Esto es lo que sucedió. Esto es donde sucedió. No te atrevas a alejar tus ojos de esto. Rosales nos obliga a confrontar la realidad, algo necesario en un mundo cada vez más fácilmente superado por las trivialidades en línea. Pero también hay belleza aquí. «La visita íntima» nos recuerda que, aunque no podamos fracasar en admitir el horror rodeándonos, podemos también seguir viviendo y, en efecto, amando:


¿Por qué no besas mis pezones

y los muerdes

como manzanas en fiesta de año nuevo [...]?


Esta invitación al amor toma la forma de una pregunta, y las preguntas son centrales en estos poemas; por estas preguntas encontramos los otros temas del trabajo de Rosales; a saber, amor y esperanza. En «Niña con caramelos y albahaca en el corazón», la joven mujer, quien «sabe del peso de la noche y del semen», pregunta:


¿Algún día morderé la paz?

¿algún día seré un melón luminoso en el centro de un jardín?


La pregunta hace dos cosas: contrasta la belleza de una alternativa imaginada con la dura desesperación de la realidad. Sin embargo, presenta la posibilidad de un alivio futuro. En la intensificación del pathos, también representa el potencial para superar el sufrimiento. Rosales ama sus personajes, ama su país. Por esta razón, lo representa, mientras permite la posibilidad de la esperanza:


¿Cuándo serás la música del alba y no de la rabia endurecida?


No nos equivoquemos. La voz de Rosales es propia, pero en algún lugar, sin duda, Roque Dalton está leyendo, sonriendo y aprobando. Una fantástica colección de poemas.


Por Dylan Brennan








República del excremento



País mío no existes

solo eres una mala silueta mía

una palabra que le creí al enemigo

Roque Dalton


Porque el plomo de la mentira cae, hirviendo,

sobre el cuerpo del pueblo perseguido

Efraín Huerta





Yo del país decapitado


País mío

país nuestro

todo es el cúmulo de tus heridas y el pus

tantos siglos

bajo el signo de la necrosis

que ya no reconoces la sinfonía de la ternura más elaborada

Solo mordazas Solo mordazas en ti


País mío país nuestro

país de madres decapitadas y ninfas sarnosas

de cíclopes tatuados con cuchillo en mano

de ancianas sin la claridad de la luna

de niños niños anhelando los violines del mar y del cielo

los clarinetes de los bosques sin manchas de vinagre


República del excremento

país de cerdos que devoran los corazones de los más pequeños

país país país país país país

de cocodrilos en las esquinas a la espera de un transeúnte descuidado

país mío un cadáver la esperanza leños secos los burócratas

país de clicas que se expanden

como células cancerosas en un cuerpo de edad avanzada

de fosas clandestinas

país de homeboys y palabreros

cárceles atestadas de aguijones moscas y ratones

País sin mausoleo digno de veneración

nadie te ofrenda cantos de gloriosa paz y trompetas de oro y jazmines

País el ataúd de mis palabras

País sangrante fruto sobre mi mano

país

plaga de termitas y leones

País mío

contemplo tus escombros de templo de gusano

en medio solo el llanto se alza como bandera descolorida

Te adentras a mí con las páginas sangrientas de los periódicos

en las cuales hay niñas mutiladas de los arcoíris

País de gases lacrimógenos machetes y fusiles contra la danza del sol

piara de policías y políticos


País mío

las ratas y millones de cucarachas salpican tu morgue (a punto del colapso)

y las cabezas de mujeres te pueblan los ríos como cangrejos

solo lobos custodian tus fronteras de aluminio y electricidad


¿Cuándo

país mío

serás la hierba acariciada por la lluvia más generosa

a darte al sol

como niño a su joven madre

como el cometa al cielo sin lágrimas

a ser abrigo de begonias para los insectos

los que no saben de la partitura

vivaz como un paisaje del trópico?


¿Cuándo serás la música del alba y no de la rabia endurecida?


Yo solo escucho los aullidos de la noche que avanza como una fila de inmigrantes en el desierto


País mío no existes

es la verdad

la terrible verdad de tu epitafio

nadie habla más de ti

para el vuelo de los caballos

solo tu sangre es digna de titular

vos mi enemigo de primera fila

por tu ponzoña

por tus golpes en cada una de las notas de mi delirio


¿Cuándo

país mío

los girasoles se multiplicarán para los niños con pega en sus estómagos? Solo conocen la crueldad en forma de picahielo

solo conocen la crueldad en forma de político


¿Cuándo tendrás la vivacidad de las heliconias de un parque botánico

y las gaviotas de un mar muy limpio

y el sabor del melón

y podrás dar caricias a nosotros los desvalidos como un padre comprensivo?

¿cuándo el sosiego de mi raíz?

¿cuándo el recuerdo sin más llanto como mazo?

¿cuándo la brisa en vez de alacranes para mi cabellera?

¿cuándo serás la casa para mis espinas

el bálsamo la miel el aroma a lavanda para este dolor acumulado?


País mío

¿por qué tantas murallas y cercos eléctricos para tus ojos?

¿por qué tu maquinaria del odio sigue funcionando en este olvido?

¿por qué las alabanzas no te resucitan?

¿por qué te vuelves hueso roído en la mugre?


País mío

te pareces al sauce talado que ha sido dejado a la orilla de la carretera

al sicario sangrando en el hacinamiento de una cárcel del Pacífico

al buey destazado

Te inhalo

como la cocaína más barata

a veces eres una luz que entra a una de las grutas de mi corazón

y te posas allí como corderito

y te miro caer al fango desde siempre

desde siempre


País mío

solo destacas por ser el criminal de la noche más extensa

la noche cúpula de víboras

por el filo de tus cuchillos contra la risa

por los disparos de tus noches sin bondad

colmadas de murciélagos

por tus chupaderos y autohoteles en donde la esperanza siempre se oxida muy temprano

en ti el licor es una hemorragia sin cura

y tus calles

y tus discotecas

y tus prostíbulos y tu psiquiátrico me recuerdan a los intestinos necróticos que he visto en los hospitales del excremento


Hermanos míos

todo el país la línea blanca

la elegía de las ballenas

País el peso de tus lágrimas me hunde en la desolación de los violines


País

amoroso jardín para los bendecidos por el dólar y las joyas

¡Gloria a la bestialidad!

¡Gracias por nuestro hundimiento!

Nada de nuestros sueños quedará en pie

solo sus bancos y sus compañías y sus centros comerciales y sus partidos políticos

Nada de nosotros quedará en pie ante la tempestad de las sierras eléctricas


País mío

país nuestro que estás en el cielo

¿por qué tus hijos te decapitaron con este machete?






Erika

¿Dónde quedó tu Nicaragua

tu risa juguetona parecida a una discoteca

a un verano de abundantes mangos y sin plaga

a mañana de alondras en la ventana

a una ráfaga de espléndidos pericos?

¿Dónde el cielo sin cerco eléctrico

sin vigilantes a su entrada?

¿Dónde el mar y sus olas de caricias?

¿Dónde las margaritas para la ciudad

(homicida con el pequeño

con el que busca un pan

con el que se consume como un cirio)?

Es este país el boleto a la muerte

la cárcel

en deterioro progresivo

para tu sexo devorado diariamente

para tu corazón con 28 disparos

para tu sinfonía nunca escuchada

Nadie sabe tu verdadero nombre

virgen vos en el carnaval de los lobos

en este fétido hacinamiento

en esta colmena de cocaína


Serás un día

«cadáver no identificado»






Lourdes

Un padre rebana la vida de sus 2 hijos

con la noche de aliada

y luego se mata


Estos niños

ya no serán columpios

en un parque con grama bien cuidada por el sol y la lluvia

ni la risa colmada de azúcar y avena

ni trompetas en búsqueda del alba

y de los cometas

ni caballitos de mar

En Lourdes

2 niños tan pequeños como una medalla son ahorcados







*




Miroslava Arely Rosales Vásquez. 1985. Escritora y académica salvadoreña. Estudia el Doctorado en Literaturas en Lenguas Romances (Romanistik), en la Bergische Universität Wuppertal (Alemania), gracias a la beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). Maestra en Literatura Hispanoamericana, por la Universidad de Guanajuato, México. Integrante del working group “Identities and Communities” de la International Latin American Network de la University of Oxford, así como de la Red Europea de Investigaciones sobre Centroamérica (RedIsca) y de la Red de investigación de las literaturas de mujeres de América Central (Rilmac). Ha sido editora de la revista mexicana Cuadrivio. Líneas de investigación: masculinidades, guerras, migración centroamericana, literaturas contemporáneas de México y Centroamérica.

https://www.facebook.com/miroslava.rosales




Miroslava Rosales



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Dylan Brennan. En el 2019, la poeta laureada de Irlanda Eiléan Ní Chuilleanáin concedió a Dylan Brennan el Ireland Chair of Poetry Bursary Award. Su primer colección de poesía, Blood Oranges, fue publicado por The Dreadful Press en el 2014 y recibió el accésit del premio Patrick Kavanagh. En el 2017, colaboró en Guadalupe & Other Hallucinations, una serie de exhibiciones y un libro ilustrado en formato e-book, con el artista visual, radicado en Belfast, Jonathan Brennan. En el 2016, coeditó con la profesora Nuala Finnegan (UCC) el libro Rethinking Juan Rulfo's Creative World: Prose, Photography, Film, un volumen de ensayos académicos sobre los trabajos del escritor y fotógrafo mexicano Juan Rulfo. Brennan ha sido invitado a leer en grandes festivales literarios de Colombia, Nicaragua, México, Italia, Irlanda y Estados Unidos y ha recibido en dos ocasiones el Culture Ireland Travel Grant.



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Libros por Miroslava Rosales



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